martes, 21 de agosto de 2012
Clamor de Madres
La buena sangre
¡Qué buena y generosa!
Siempre abundante.
No hay cerco que la contenga,
no hay vasija que la guarde.
La buena sangre
vertida por todas partes.
¿Dónde habrá de esconderse
tanto verdugo
de la visión terrible
de tanta sangre?
Temporal de futuro
¡por esa sangre!
Poner los corazones
en la balanza
¡por esa sangre!
Llorar sobre la tierra
¡por esa sangre!
Afinar el desprecio
¡por esa sangre!
Afirmar convicciones
¡por esa sangre!
¡Todo por ella!
La buena sangre
que está en espera.
Hacer comunión diaria
con esa sangre.
Seguir con ella un curso
de Humanidades.
Que nadie quiera perder su tiempo,
que el que se para pierde,
y el que conspira gana.
Que no haya horas vacías,
que el que descanse sueñe
con redimirla.
Sacudir las cadenas
¡por esa sangre!
Agitarlas con fuerza
¡por esa sangre!
Con fuerza hasta arrancarlas
¡por esa sangre!
¡Que ya no consintamos
en derramarla!
Por los que aún quedamos,
por los que vienen,
¡basta ya de entregarles
la buena sangre!
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