¡Este corazón entablillado!,
¡y este alma coja!,
esta espina vieja en el costado
¡que no afloja!
Comulgo en este estado
de desaliento
con polvo, con ceniza,
con humo y viento.
Viento y ceniza siento
contra mi pobre pecho descarnado,
en humo y polvo preso
mi agonizar esperanzado.
Entablillado el corazón
que voy llevando
se ajusta tenazmente a su misión:
andar andando.
No lo amedrentan balas encentidas
ni conjuradas botas,
ni lo apartan rosarios decretados.
Ya nada nota.
Va por un niño que se voló a gorrión
desde mi seno,
desde mi sentimiento a su pasión:
lucero pleno.
Va tras el látigo atrevido
y el silencio.
Va corazón arruga y estampido.
Va duro y recio.
Al hijo con crueldad me lo arrancaron
mas no a mi corazón,
error en el error, me lo dejaron.
Sufrirán su explosión.
Entablillado va, valiente escudo.
Es altiva denuncia su latido
señalando asesinos cobardemente mudos,
y saldrá victorioso aunque esté herido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario