Si me descorro todos los telones
con que voy al teatro para verte,
si le saco las trabas a mi mente
cuando acudo al despliegue de tus dones,
si enfrentando el talento que dispones
desplegara mi orgullo de tenerte:
el agradecimiento de esta suerte
me impediría gozar lo que propones.
Y voy con mi disfraz de indiferencia,
sumo mi hilo de voz entre el murmullo,
como quien va a observar desconocidos
sin otorgarles mucha trascendencia;
pero mi corazón, de tanto orgullo,
mirándote, se queda sin latidos.
(en fraterna y total sinceridad)
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