martes, 25 de junio de 2013

UN POCO DE HISTORIA... (y de histeria)

24/6/75... En medio de un profundo malestar, el país entero cumple con la Huelga General decretada por la Confederación General de los Trabajadores (C.G.T.). El peronismo en el gobierno, con la "compañera y atosigada" Isabelita como Presidenta de la Nación y el siniestro y secuaz (compañero) Lopez Rega, y demás (también compañeros y atosigantes...).
A las 4 de la tarde de ese día, ideal para no salir ni a la vereda, con una temperatura ambiental, política y social de -0º, Marina dio su señal indiscutible de que había deciddio instalarse en este mundo. Era necesario llegar al Hospital; el vecino acomedido que ofreció su auto no tenía nafta suficiente, todas las estaciones de Servicio estaban en huelga, no había un colectivo que circulara y taxis no se veían ni estacionados. Contracción va, contracción viene, otro vecino consigue a otro que tiene auto, 20 años, buena onda y un susto que supera al que tiene la que va a recibirse de mamá, lo que es mucho decir, pero así era.
Felizmente, con una Marina amenazante llegamos a un hospital en huelga, respetada hasta por los enfermos. Eran las 6 de la tarde, pero a pesar de su ofuscamiento, Marina consideró justo el Paro Nacional y aplza su nacimiento, sin dejar de amenazar sistemáticamente durante 7 horas.

25/6/75... A la hora una, con inolvidables berridos, 3 kilos de peso y 53 cms. de altura, ingresó a esta vida Marina. Luminosa, empecinadamente linda, como hasta ahora...

(Escrito por Delia para la invitación al cumpleaños Nro. 15 de Marina)



lunes, 17 de junio de 2013

Frase

La docencia es la única profesión que crea todas las demás profesiones.
Le avisan a quién corresponda.
(MDM)

miércoles, 12 de junio de 2013

Sin edad (10 meses)


Sin edad.
Así ando... sin edad.
Así he quedado... sin edad.
Como antes. Como hace un milenio. Un minuto.
Ayer, con la muerte de mi padre quedé grande siendo niña...
Hoy quedé niña siendo grande.
La muerte a destiempo me deja sin edad.
Mi padre... tan joven. Dejándome sola. Adolescente adulta, envejecida.
Mi hermana... tan necesaria. Dejándome sola. Adultamente niña, desprotegida.
Así me siento. Sin edad. Como antes. Como ayer. Como hace un rato.
En esa grieta de edades a destiempo voy cayendo. Atravesar quisiera la edad que tengo. Y quedarme.
Pero adolezco. Y no puedo.
Chiquita me siento, apenas niña. Buscando ávida esa mirada concentrada de amor que me alivie el miedo que me da la noche. Endeble púber me siento, buscando su palabra que explique el desconsuelo. Adolescente ilusa me siento, buscando ansiosa su mano solidaria para cruzar la calle que me lleve a la adultez. Absurda y sola me siento. Aún estando acompañada. Patética en mi herida recién inaugurada, me siento. Vetusta y doncella. Matusalénica y manceba.
Sin edad, me siento.
Caminando a tientas en una oscuridad que no invita pero deglute.
Sin edad. Sin brújula. Barrilete sin cola, me siento.
Estirando la mano desde esa grieta en desesperado gesto estéril por sentirme otra vez en su regazo. Hermana inmensa que trasmutó en madre, en amiga, en cómplice. En compañera.
Es que el dolor a destiempo no tiene edad. O, mejor, al destiempo del dolor no hay edad que lo soporte.
De a ratos, muchos, esta edad sin edad que me taladra se me vuelve intolerable.
En otros, menos, sólo la extraño.

13 de junio. A 10 meses...

martes, 11 de junio de 2013

Diario íntimo - 1977 - Joyitas del tesoro de los recuerdos...

Encontré un "diario íntimo" que comencé a escribir en 1977.
Esta es la primera página:


"Este el el diario de mi vida. Aquí están escritas todas mis vivencias. Mis recuerdos y mi significado para vivir. Aquí está escrita toda la sincerridad co la que puedo juzgarme, criticarme y tratar de corregir mis mayores defectos.
Si por alguna razón yo desaparezco de este mundo dejo encargada a mi hermana, María Delia Matute, única persona en quien cofío que lo destruya sin dejar una sola hoja y si por alguna razón de cariño desea conservarlo, deseo, pido y ruego que lo cuide para que nadie más lo viole (no me importa que ella lo lea porque todo lo que aquí escribiré ella lo sabrá dado que es la única persona me entiende y aconseja)
Esta es mi volutad, a los veintidos días del mes de may de 1977. Espero que sea respetada y aquel que no lo haga lo condene su conciencia."
Stella Maris Matute
22-5-77

Del diario íntimo de la adolescencia

Joyitas que voy encontrando en mis cofres del recuerdo:


"Todos los días pasaba por la puerta de un almacén y quedaba reflexionando sobre el pintoresco letrero que tenía. Se llamaba “Restaurante Sin Nombre”, y ese era su nombre; como cuando uno dice “nada quiero decir” y lo está diciendo o cuando nos preguntan algo espinudo y uno se queda en silencio, y con el silencio se está diciendo mucho más que con las palabras. Creo que no se puede eludir la responsabilidad que uno tiene frente a la sociedad o a la gente que lo rodea, yo creo que no existe el indiferente, el apolítico, el independiente. Creo que todos estamos comprometidos desde que nacimos. Si el hombre ha podido vivir y desarrollarse durante tantos siglos ha sido gracias a los que han estado comprometidos con sus hermanos de lucha, de clase, de trabajo. Yo creo que el poner nombres a las cosas no tiene importancia. Lo que sí tiene importancia es no clasificarnos, encasillarnos como si fuéramos una cifra, un número de teléfono, un trámite. La vida no pregunta si uno quiere o no comprometerse. La vida nos da el aire, el calor, la vista, una mirada, el amor... Entonces qué importa cómo se llaman las coas, si por último tendríamos que aprender tantos idiomas para expresar el amor que sentimos por Chile, por América, por el mundo, por mi hija, mi hijo y por todos los que tienen que nacer."
VÍCTOR JARA


(Mi hermana Delia me hizo conocer esto. Y se convirtió en un texto muy importante para mí. Todo lo que me enseña Delia es importante porque son cosas bellas que me sirven para ser mejor. Julio de 1977)

miércoles, 5 de junio de 2013

6 de junio



Escribo como si fuese a salvar la vida de alguien.
Probablemente mi propia vida. 
CLARICE LISPECTOR


6 de junio
“La Anunciación”, novela de María Negroni, fue el último regalo que le hice a Delia.
En cuanto empecé a leerlo supe que iba a regalárselo y deseaba hondamente que no lo tuviera.
Supe que era un libro que ella amaría.
Unos días después de aquel regalo (el 24 de junio), ella me escribió: “Antes de seguir, quiero escribirte Ste, porque vengo a las corridas, escribo, y me va quedando esto: 1) hermoso el libro que me regalaste, estoy enamorada de La Anunciación (no me lo dedicaste, te olvidaste); 2) ... ”
No... no se lo dediqué. Primero, porque no sabía si ella lo tenía, y luego porque había tiempo...
“La Anunciación” es un relato sobre la memoria. Ese desordenado y necesario utensilio que nos permite edificar el pasado. Y como en la memoria, los hechos allí se presentan fragmentados, convocando y evadiendo melancolías.
“La Anunciación” es un libro que indefectiblemente me lleva a Delia. La identifico con su protagonista... La veo allí, en esa ficción que ensaya versiones de un pasado que nos envuelve, que nos involucra y que a ella la atravesaba.
“La Anunciación” me ayuda en muchas noches de insomnio a construir el fantasma de su ausencia y con él reconstruyo en tiempo de memoria el pretérito de mi tiempo. De nuestro tiempo juntas, que es mi vida toda.
Hoy hace exactamente un año que le regalé “La Anunciación”.
Mi último regalo en su último cumpleaños. Fue una noche hermosa, mansa, íntima... con locro, niños, risas, charla, mate y abrazos... donde nada, absolutamente nada, anunciaba el horror y lo incomprensible del futuro cercano.
"La Anunciación" era sólo una novela conmovedora y onírica...

La extraño tanto...