Vete, vuela, esparce tus fragancias por el viento, por tu dulzura madre con aromas de trigo recién segado, tus dedos, tus pequeños dedos se unirán nuevamente penetrando en la argamasa amasando, moldeando con el cuerpo, la palabra a punto, convirtiéndolos en panes, repartiendo y compartiendo así eternamente.
Vete, vuela, únete a quienes han sembrado la semilla, preparando la tierra, que se haga fértil, cosechando el cereal, convertirlo en harina de justicia, trabajo, igualdad, lucha y esperanza.
Vete, vuela, recoge el agua abundante para la mezcla con esa harina, agua purificada, exgtraída de la cuenca de los mártires, torrentes de lágrimas vertidas de y por los desahuciados humillados, los negados al pan, los torturados, los que siguen buscando sus tumbas, lágrimas, muchas, para nutrir la masa, moldear, armar el bollo, sólido y parejo, suave y vigoroso y esa pizca de sal necesaria que todo pan militante necesita para resistir: humor y alegría.
Vete, penetra en los ríos y mares, acúnalos con tus poemas, muéstrales tu espíritu guerrero, herencia de sus luchas, a los que están enredadaos entre caracoles y algas marinas, ilumínalos con tu sonrisa franca, hazlos visibles entre tanta oscuridad, para que encuentren el camino de la muerte digna. Vuela rasante, socava la tierra parte a parte y recoge los huesos diezmados para que se reconozcan. Tú, que has hecho de la dignidad una banderay un camino, que le diste a la equidad una balanza revolucionaria,. al valor combatiente la poética negada, a lo solidario el que hacer natural de la acción cotidiana, y a la simpleza del vivir lo extraordinario de tu ser.
Serás la elegida para besar esas nobles calaveras de Hernández y con tus poemas cálidos, dolientes y combativos, desamordazarlos y regresarlos.
Y tú, que con paciencia fuiste moldeando esos panes diarios, no pudiste frenar esa ebullición interna y estalló dentro tuyo la revuelta, el combate, esa pasión, ese desenfreno, esa contención acumulada, ese estallido fatal, te derrumbó.
Pero fue irreal, como la noticia de lo evidente, tu cuerpo pequeño, de liviana anatomía quedó suspendido así... entre notas musicales, la voz de Violeta, de Víctor, de Alfredo te envolvió y un aura de amor destelló poéticamente.
Desolados, despojados de tí, buscamos desesperadamente tu presencia rota, imágenes, fotos, momentos se agolpan en la memoria a borbotones, te necesitamos viva! Tus manos sensibles, frágiles, los dedos pequeños, con el infaltable cigarrillo, tus dientes, tu sonrisa amplia, diáfana, los ojos grandes de infinita bondad, humildes o apenados, perplejos o furiosos, el andar cadencioso, casi angelical, inteligente, firme, apasionada, inquebrantable... pero mi muy querida compañera, amada amiga... sin perder tu ternura... jamás!
...porque la pena tizna cuando estalla
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno
...a las aladas almas de las rosas
del almendro de nácar te requiero
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañera del alma,
compañera!
(sic)
Miguel Polizzi
que belleza! como era mi tia de Bella! gracias!
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