COMPROMISO: ¿real o imaginario?
Apuntes para una reflexión
Para tratar de comprendernos, partamos desde alguna base conceptual.
Compromiso: obligación contraída ante uno mismo o frente a otro u otros.
No intento dar una definición profunda, sino suficientemente esquemática, con lógica y rigor comprensible, porque la función práctica del compromiso es más importante que la teórica.
Desde mi punto de vista, todo núcleo social tiene compromiso; todo individuo, también.
Por muy "secreto" que intente llevarlo, cada quien está comprometido.
En cada adulto hay una estructura comprometida que le sirve de estímulo en las realizaciones.
Básicamente nuestros más profundos compromisos son inconscientes. El reconocer que es así y reflexionar sobre ellos, los vuelve conscientes y ¡ahí sí, hay que vernos! Porque comienzan a condicionar nuestra actividad.
Cuando la conciencia queda comprometida surge la crítica sobre nuestro accionar en relación con el mundo. Corremos el riesgo de ver la diferencia entre la relación real con lo que nos rodea y la relación imaginaria con ello.
Personalmente, apoyo la desmitificación de "compromiso" como patrimonio de algunos. Todos estamos comprometidos y el resultado global de la realidad que tenemos es el fruto de una mayoría comprometida con lo que da ese resultado.
¿Suena como un juego de palabras? Bajémoslo a la realidad, entonces.
Supongamos que la mayoría absoluta tiene un compromiso consciente contra la coima. Si saliéramos a preguntar por la calle, lógicamente acumularíamos respuestas efectivamente de rechazo al soborno. Pero es un rechazo imaginario, porque para que socialmente triunfe, y de forma tan estruendosa, la coima, se necesita quien coimee y quien se deje coimear. ¿O no?
Alguien ha asegurado que una cadena vale lo que vale su eslabón más débil. Así, todo nuestro accionar comprometido vale lo que vale la más débil de nuestras actitudes. Las razones de esas actitudes, los porqués, las justificaciones, ya son otro tema.
No creo que esta consigna planteada, de teorizar sobre el comprometerse, se un requerimiento fortuito. No es casualidad sino causalidad. Creo que estamos cansados de esta realidad (tal cual ella es en estos precisos momentos) con la que estamos comprometidos.
He aquí la razón profunda del tema que nos ha tentado: ¿qué compromiso entablar con nostros mismos y con los demás para transformarnos y transformar?
Bien, hasta aquí he llegado. Esta pregunta es una frontera.
Sería magnífico que quienes avancen y tengan alguna que otra respuesta, la compartan (y practiquen el contenido al mismo tempo, como para ir despuntando lo de "compromiso").
...Ahora bien. ¿Ustedes creen que esta nota es muy comprometida? ¿O que me puede comprometer? Lo que pasa es que me comprometí a decir algo y quedé pegada... ¡Hay gente que lo compromete a uno con cada cosa!... Hubiera sido más sencillo algo como:
"yo COMPRO, usted METE,
¡y nos repartimos la ganancia!
¿Y si aprece la DGI? ¡Vamos, che!...
Acá siempre hay cómo arreglar..."
¿No es cierto?
María Delia Matute
Mayo, 1996
(para la Revista Barrial Voz de Vos)